sábado, 14 de abril de 2012

Incredulidad de Tomás

Caravaggio, 1601

El lienzo con la Incredulidad de Santo Tomás fue pintado para la familia Giuliani, que lo mantuvo en su colección hasta que pasó al Neue Palais de Potsdam.

La obra nos muestra el momento en que Cristo Resucitado se ha aparecido a sus discípulos, pero Tomás aún no cree en su identidad, por lo que Cristo mete uno de sus dedos en la llaga del costado. Este hecho, que podría parecer exageradamente prosaico, es la mayor prueba física del reconocimiento de Cristo, la definitiva demostración de su resurrección.

Caravaggio ha ejecutado una composición que converge completamente en el punto de la llaga con el dedo metido, de tal modo que la atención de los personajes del lienzo y la de los espectadores contemporáneos se ve irremisiblemente atraída por esta "prueba" física.

El habitual naturalismo descarnado de Caravaggio se vuelve aquí casi de sentido científico: la luz fría cae en fogonazos irregulares sobre las figuras, iluminando el cuerpo de Cristo con un tono amarillento, que le hace aparecer como un cadáver, envuelto aún en el sudario (no es una túnica). El pecho todavía está hundido y pareciera que la muerte se resiste a dejarlo marchar al mundo de los vivos, manteniendo sus huellas en el cuerpo de Jesús.

3 comentarios:

  1. Una obra fantástica y, como tú dices, para nada prosaica, la mayor y definitiva "prueba física" de la resurrección del Señor.
    Caravaggio es genial.
    Gracias por esta entrada tan preciosa.
    Un beso

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    Respuestas
    1. Gracias a ti. Pero yo no he aportado nada aquí, me he limitado a pegar de artehistoria.es
      Un besazo.

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    2. Ya, pero sólo con elegir se aporta, tú siempre aportas, y mucho, cuando eliges...
      Un beso "mensajera maravillosa".

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