lunes, 30 de abril de 2012

Charles Edward Perugini

Perugini retratado por
F. Leighton en 1855
Nacido en Nápoles en 1839, pasó sus primeros 25 años de vida creciendo y viviendo en Italia.

En 1855, Perugini conoció al formidable pintor neoclásico Frederic Leighton, que viajó y estudió en el continente. Una fuerte amistad surgió entre ambos y Leighton tomó al joven artista bajo sus alas, otorgándole un gran apoyo moral y económico.

A finales de la década de 1850, Perugini dejó Inglaterra, acompañado por Leighton. A su regreso, trabajó en el estudio de Leighton, pero pronto montó su propio taller y en 1863 exhibió su primer trabajo en la Royal Academy. Es cuando despliega su carrera plagada de éxitos gracias a una pintura amable, vaporosa, de ambientes románticos y con el tema del retrato femenino como gran asunto de su trabajo.

Peonías
Mediante las conexiones sociales de Leighton, el joven artista italiano accedió a muchos de los ricos mecenas de Inglaterra, consiguiendo estupendos éxitos financieros. Sus obras eran admiradas y coleccionadas por muchos y recibió comentarios favorables de los críticos.

Retrato de su esposa Kate
Ajena a sus actividades estaba Kate Dickens (1839-1929), hija de Charles Dickens. Kate, artista autodidacta, se había casado con el pintor histórico Charles Allston Collins, con quien estuvo casada hasta su muerte en 1873. Poco después, surgió su amistad con Perugini, con quien acabó casándose.

Durante su carrera, Perugini continuó pintando retratos y lienzos que reflejaban su amor por la antigua Grecia y Roma y la gran influencia de Leighton y la hermandad de los artistas neoclásicos. 


sábado, 28 de abril de 2012

Frederick Leighton

Frederick Leighton. Autorretrato. 1880
Frederic Leighton (Scarborough,1830- Londres,1896) es uno de los mejores representantes de la pintura victoriana inglesa. Nacido en una familia muy acomodada, estudió en la University College School de Londres, tras lo que emprendió un largo viaje de formación por Europa, incluyendo su estancia en Academia de Bellas Artes de Florencia y un periodo en París donde entró en contacto con autores de la talla de Millet, Corot y Delacroix.

De vuelta en Inglaterra, formó parte del grupo de los Prerrafaelitas en cuyo entorno realizó buena parte de su trabajo, tanto en pintura como en escultura.

Sol ardiente de junio (1895)

Como ha ocurrido con otros pintores de la segunda mitad del siglo XIX, la obra de Leighton se vio injustamente minusvalorada tras su muerte pese a la gran calidad de su trabajo.

Para recordar la figura de Frederic Leighton existe el Leighton House Museum en Londres en el que se da información tanto sobre la vida del pintor como sobre su obra. (Artecreha.com)

Griegas cogiendo conchas marinas (1871)
En la evolución del estilo de Leighton, puede observarse su interés por la mitología griega (de hecho,  en Londres, perteneió al grupo denominado "Los olímpicos", por su afición al arte griego), así como a los motivos orientales. En definitiva, a todo aquello que impregnaba el arte romántico del XIX.

Casco antiguo de Damasco. Judería (1874)


Soledad (1890)
Nunca un concepto, a veces triste, fue tan bello.

jueves, 26 de abril de 2012

Etimologías

San Isidoro de Sevilla.
Biblioteca Nacional, Madrid.
Las facultades de Filosofía y Letras hoy están de fiesta. Muchos alumnos disfrutarán de este día libre, sabiendo que hoy es el día del patrón, y poco más. Pero, ¿quién fue san Isidoro de Sevilla y qué hizo para que cada 26 de abril los alumnos de letras tengan el día libre?


La mayor parte de la infancia y juventud de san Isidoro transcurrió en Sevilla, donde su familia llegó exiliada de su Cartagena originaria. Hermano de san Leandro, fue éste quien tuteló a los hermanos pequeños cuando los padres murieron.

San Isidoro se interesó desde joven por la cultura clásica, dominando el latín, el hebreo y el griego, realizando estudios eclesiásticos que le llevaron a desempeñar el obispado sevillano en el año 600, sustituyendo a su hermano. 

Se interesará especialmente por dotar de unidad eclesiástica y cultural al reino visigodo, continuando la labor de san Leandro. Para ello fundó las escuelas episcopales en Sevilla que más tarde se crearon con buen éxito en Toledo y Zaragoza.

También fomentó la creación de escuelas monacales y elaboró el conjunto de normas que regían la vida de los monasterios (Regula Monachorum). Fue el responsable de la reorganización de la Iglesia visigoda y de la elevación cultural del pueblo a través de las escuelas episcopales y monacales.(Impulsó la conversión de los seguidores de la herejía arriana)

Como escritor san Isidoro es uno de los más destacados de la literatura universal. En sus "Etimologías" intenta recoger los conocimientos humanos como si de una enciclopedia se tratara; "De Natura Rerum" trata de conocimientos básicos de la naturaleza; y en "Historia de Regibus Gothorum" estudia la historia del reino visigodo. Continuará la labor iniciada por san Leandro en la escuela de Sevilla, siendo uno de los responsables del florecimiento teológico que se produce en España durante el siglo IX.

Las Etimologías son la obra magna, aunque inconclusa, de Isidoro, destinadas, al menos en una primera versión, al rey Sisebuto
Al parecer, la división en veinte libros se debe a Braulio, pues Isidoro la habría dispuesto en capítulos. De carácter enciclopédico, recoge el saber clásico y cristiano para transmitirlo al mundo y que éste se enriquezca con la civilización, pues en la obra se compilan diversos conocimientos -al hilo de múltiples vocablos estudiados-, tanto de técnicas como de datos: gramática, retórica, dialéctica, matemáticas, medicina, derecho, cronología, religión, lenguas y pueblos, origen de algunos nombres, el hombre, los animales, los elementos y la geografía, las ciudades y construcciones, la mineralogía, la agricultura, las guerras, los espectáculos, los juegos, las naves, oficios, edificios, vestimentas, comidas y bebidas, instrumentos, ajuares. 

Su influjo fue inmediato, Isidoro se convirtió en una gran autoridad y las Etimologías en una de las obras más leídas y apreciadas en la Edad Media.

(artehistoria.jcyl.es)

lunes, 23 de abril de 2012

Libros

Emma Irlam Briggs (1890-1951) Un libro antes de dormir

Oda al libro II

Libro
hermoso,
libro,
mínimo bosque,
hoja
tras hoja,
huele
tu papel
a elemento,
eres
matutino y nocturno,
cereal,
oceánico,
en tus antiguas páginas
cazadores de osos,
fogatas
cerca del Mississippi,
canoas
en las islas,
más tarde
caminos
y caminos,
revelaciones,
pueblos
insurgentes,
Rimbaud como un herido
pez sangriento
palpitando en el lodo,
y la hermosura
de la fraternidad,
piedra por piedra
sube el castillo humano,
dolores que entretejen
la firmeza,
acciones solidarias,
libro
oculto
de bolsillo
en bolsillo,
lámpara
clandestina,
estrella roja.

Nosotros
los poetas
caminantes
exploramos
el mundo,
en cada puerta
nos recibió la vida,
participamos
en la lucha terrestre.
Cuál fue nuestra victoria?
Un libro,
un libro lleno
de contactos humanos,
de camisas,
un libro
sin soledad, con hombres
y herramientas,
un libro
es la victoria.
Vive y cae
como todos los frutos,
no sólo tiene luz,
no sólo tiene
sombra,
se apaga,
se deshoja,
se pierde
entre las calles,
se desploma en la tierra.
Libro de poesía
de mañana,
otra vez
vuelve
a tener nieve o musgo
en tus páginas
para que las pisadas
o los ojos
vayan grabando
huellas:
de nuevo
descríbenos el mundo
los manantiales
entre la espesura,
las altas arboledas,
los planetas
polares,
y el hombre
en los caminos,
en los nuevos caminos,
avanzando
en la selva,
en el agua,
en el cielo,
en la desnuda soledad marina,
el hombre
descubriendo
los últimos secretos,
el hombre
regresando
con un libro,
el cazador de vuelta
con un libro,
el campesino arando
con un libro.

Pablo Neruda (1904-1973)


Charles Edward Perugini. In the orangery (1878)

El libro es fuerza, es valor
es poder, es alimento;
antorcha del pensamiento
y manantial del amor.

Rubén Darío (1867-1916)


Anselm Friedrich Feuerbach. Paolo y Francesca (1863)

Rima XXIX

Sobre la falda tenía
el libro abierto,
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros,
no veíamos las letras
ninguno, creo,
mas guardábamos ambos
hondo silencio.

¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento
que apresurado escapaba
del labio seco.

Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.

Creación de Dante era el libro,
era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos,
yo dije trémulo:
¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?
Y ella respondió encendida:
-¡Ya lo comprendo!

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)

sábado, 21 de abril de 2012

Arte y vida


Por vivir rodeada de artistas,

me gustaría tener ojos de pintor.

Envidio que vean lo que no veo,

y cómo ven lo que todos vemos.

Quiero volver atrás

y rescatar una vida al tiempo.


(Dedicado a Domi, en el aniversario de su marcha al Cielo)


jueves, 19 de abril de 2012

Renoir, el pintor de la alegría

De octubre del 2010 a febrero del 2011 el Museo del Prado albergó la colección de Renoir del Sterling and Francine Clark Art Institute de Massachusetts. El programa de TVE, Informe semanal, emitió un reportaje con tal motivo, que merece la pena recordar, titulado Renoir, el pintor de la alegría. Y es que Renoir reflejó con su obra impregnada de sensualidad, la alegría de disfrutar de la belleza de las cosas cotidianas.




Retrato de Thérèse Berard (1879)

Thérèse Berard, de trece años, hija del banquero y diplomático Paul Berard, se vuelve hacia el espectador vestida con blusa blanca, gran lazo azul y cuello de encaje. La modelo baja recatadamente la mirada y lleva la larga melena cuidadosamente peinada con raya al medio. Según su hijo, a Thérèse nunca le gustó el retrato, pues la blusa, que solían vestir los niños en el campo, le parecía poco elegante. Sin embargo, a Sterling Clark le agradaba mucho y lo describió en su diario como “uno de los mejores retratos que he visto nunca de Renoir”.
Detalle del retrato de Thérèse Berard

Retrato de Mlle. Romain Lascaux (1864)

El palco. Londres, Cortauld Institute.

El Paseo (1870)

El concierto (1880)
El baile en la ciudad (1883)
Museo d'Orsay
Los paraguas (1886)

El desayuno de los remeros 

Durante los veranos de 1879 y 1880 Renoir trabajaría en Chatou, a orillas del Sena y, entre los numerosos cuadros que pintó, el más destacado fue El almuerzo de los remeros (Washington, Col. Phillips). La composición, que revela un claro cambio en su estilo, reproduce con fidelidad un restaurante popular, llamado La Grenuillére, frecuentada por deportistas y mujeres alegres, donde, al decir de Guy de Maupassant: 
los "canotiers exponían al ardor del sol la carne bronceada y abultada de sus bíceps y donde entre las mesas dominaba el público propio del lugar: un batallón de canotiers vociferantes con sus amigas de cortas faldas de franela"
Entre esas figuras femeninas aparece su modelo favorita, Aline Charigot, con quien más adelante se casaría y de quien tuvo tres hijos, Pierre, Jean y Claude, de los que el pintor dejaría una gran profusión de retratos. 
(Fuente: artehistoria.jcyl.es)

Jarrón con flores



lunes, 16 de abril de 2012

Palabras


James Jebusa Shannon, “Cuentos de la selva" (1895)

James Sant (1820-1916),  "El libro de las hadas"


Susan Ricker Knox (1875-1959), “Leyendo en el jardín


William Orpen (1878-1931), "La ventana" (1901)

Ivan Kramskoy, "Leyendo" (1863)


Edward John Pointer, “En un  jardín” (1891)

sábado, 14 de abril de 2012

Incredulidad de Tomás

Caravaggio, 1601

El lienzo con la Incredulidad de Santo Tomás fue pintado para la familia Giuliani, que lo mantuvo en su colección hasta que pasó al Neue Palais de Potsdam.

La obra nos muestra el momento en que Cristo Resucitado se ha aparecido a sus discípulos, pero Tomás aún no cree en su identidad, por lo que Cristo mete uno de sus dedos en la llaga del costado. Este hecho, que podría parecer exageradamente prosaico, es la mayor prueba física del reconocimiento de Cristo, la definitiva demostración de su resurrección.

Caravaggio ha ejecutado una composición que converge completamente en el punto de la llaga con el dedo metido, de tal modo que la atención de los personajes del lienzo y la de los espectadores contemporáneos se ve irremisiblemente atraída por esta "prueba" física.

El habitual naturalismo descarnado de Caravaggio se vuelve aquí casi de sentido científico: la luz fría cae en fogonazos irregulares sobre las figuras, iluminando el cuerpo de Cristo con un tono amarillento, que le hace aparecer como un cadáver, envuelto aún en el sudario (no es una túnica). El pecho todavía está hundido y pareciera que la muerte se resiste a dejarlo marchar al mundo de los vivos, manteniendo sus huellas en el cuerpo de Jesús.

jueves, 12 de abril de 2012

Poeta

Bouguereau. La niña del libro.

Cuando cojo este libro,
súbitamente se me pone limpio
el corazón, lo mismo
que un pomo cristalino.

-Me da luz en mi espíritu,
luz pasada por mirtos vespertinos,
sin ver yo sol alguno...

¡Qué rico me lo siento! Como un niño
que no ha gastado nada de su vivo
tesoro, y aun lo espera todo de sus lirios
-la muerte es siempre para los vecinos-,
todo lo que es sol: gloria,
aurora, amor, domingo.

(Juan Ramón Jiménez)

domingo, 8 de abril de 2012

Tradición de los "huevos de Pascua"

Fabergé
"(...) La Pascua constituye el fundamento sobre el que se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Es festejada por millones de fieles en todo el mundo (...)

Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. El huevo adiquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo.

Los huevos de pascua en la antigüedad eran de gallina y de pato, y en la Edad Media les eran regalados a los chicos durante las celebraciones. Al tiempo, los cristianos comenzaron a obsequiarse huevos durante la Semana Santa con regalos y al principio el siglo 19, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro.

En cuanto a la decoración, los huevos de pascua siempre han representado un desafío para los reposteros. Pero las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol. Los huevos se hacían uno a uno con un molde prefabricado, lo que dificultaba mucho su elaboración masiva. Los colores estridentes fueron apareciendo con las grandes producciones de huevos, por los años 20 y 30 del siglo pasado."

(Extraído de Aciprensa.com)

Recomiendo leer la historia de los Huevos de Fabergé: "Caprichos de los Zares".

HUEVO DE LOS LIRIOS DEL VALLE
Regalado a la zarina Alexandra en la Pascua de 1898. Es un huevo de esmalte de color salmón rosado tachonado con perlas y diamantes que imitan a los lirios de las flores del valle. Al presionar sobre una de las perlas de un lateral, se acciona un mecanismo que deja ver en la parte superior del huevo tres retratos en miniatura (detalle en la foto), pintados al óleo, del zar y sus dos hijas mayores, Olga y Tatiana. Su precio es de 12 a 18 millones de dólares. (Fuente: elmundo.es)

sábado, 7 de abril de 2012

El Greco


Caballero de la mano en el pecho (1584)

Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no mas la empuñadura
de su admirable estoque toledano.

Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior iluminada
de un macilento y religioso cirio.

Aunque sólo de Dios temores sabe,
porque el vitando hervor no le apasione,
del mundo placer perecedero,

en un gesto piadoso y noble y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.

(Manuel Machado)

María Magdalena

Verónica con el santo Sudario


Piedad (1572)

Santísima Trinidad

jueves, 5 de abril de 2012

A Cristo en la cruz

Bouguereau. Pietà.

¿Quién es aquel Caballero
herido por tantas partes,
que está de expirar tan cerca,
y no le socorre nadie?

«Jesús Nazareno» dice
aquel rétulo notable.
¡Ay Dios, que tan dulce nombre
no promete muerte infame!

Después del nombre y la patria,
Rey dice más adelante,
pues si es rey, ¿cuándo de espinas
han usado coronarse?

Dos cetros tiene en las manos,
mas nunca he visto que claven
a los reyes en los cetros
los vasallos desleales.

Unos dicen que si es Rey,
de la cruz descienda y baje;
y otros, que salvando a muchos,
a sí no puede salvarse.

De luto se cubre el cielo,
y el sol de sangriento esmalte,
o padece Dios, o el mundo
se disuelve y se deshace.

Al pie de la cruz, María
está en dolor constante,
mirando al Sol que se pone
entre arreboles de sangre.

Con ella su amado primo
haciendo sus ojos mares,
Cristo los pone en los dos,
más tierno porque se parte.

¡Oh lo que sienten los tres!
Juan, como primo y amante,
como madre la de Dios,
y lo que Dios, Dios lo sabe.

Alma, mirad cómo Cristo,
para partirse a su Padre,
viendo que a su Madre deja,
le dice palabras tales:

Mujer, ves ahí a tu hijo
y a Juan: Ves ahí tu Madre.
Juan queda en lugar de Cristo,
¡ay Dios, qué favor tan grande!

Viendo, pues, Jesús que todo
ya comenzaba a acabarse,
Sed tengo, dijo, que tiene
sed de que el hombre se salve.

Corrió un hombre y puso luego
a sus labios celestiales
en una caña una esponja
llena de hiel y vinagre.

¿En la boca de Jesús
pones hiel?, hombre, ¿qué haces?
Mira que por ese cielo
de Dios las palabras salen.

Advierte que en ella puso
con sus pechos virginales
una ave su blanca leche
a cuya dulzura sabe.

Alma, sus labios divinos,
cuando vamos a rogarle,
¿cómo con vinagre y hiel
darán respuesta süave?

Llegad a la Virgen bella,
y decirle con el ángel:
«Ave, quitad su amargura,
pues que de gracia sois Ave».

Sepa al vientre el fruto santo,
y a la dulce palma el dátil;
si tiene el alma a la puerta
no tengan hiel los umbrales.

Y si dais leche a Bernardo,
porque de madre os alabe,
mejor Jesús la merece,
pues Madre de Dios os hace.

Dulcísimo Cristo mío,
aunque esos labios se bañen
en hiel de mis graves culpas,
Dios sois, como Dios habladme.

Habladme, dulce Jesús,
antes que la lengua os falte,
no os desciendan de la cruz
sin hablarme y perdonarme.

Lope de Vega

domingo, 1 de abril de 2012

Fantasía de Puck

Sophie Gengembre Anderson. Hada

El hada pequeñita
de las piedras preciosas
que vive en un coral
busca al gnomo que habita
la corteza rugosa
de un antiguo nogal.

Y, juntos, de la mano
para hacer travesuras,
aquella noche van,
como hermana y hermano,
por las sendas oscuras
de la selva ideal...

Detrás va su cortejo
de dudas y sospechas...
Y una marcha triunfal
saluda al crimen, viejo
que ruge y canta endechas
con su voz de puñal.

Van los presentimientos
junto a las intenciones...
Con los recuerdos van
los malos pensamientos,
las locas tentaciones
ahogadas al brotar.

Todo lo que hay de sueños
de otra vida perdido;
lo que pasó o vendrá.
Vagas curvas de ensueños:
lo que casi no ha sido...,
lo que tal vez será...

Va, callado, cruzando
el cortejo discreto
por la selva ideal...
¡Viene el día temblando...;
va a romper el secreto
la aurora al despuntar!...

Mas sólo vio, al mostrarse,
una burbuja sobre
las olas del mar...
Y una cara borrarse
en la corteza pobre
del antiguo nogal.

(Manuel Machado)