jueves, 28 de octubre de 2010

Parecidos


Pura vida los ojos, y la piel
una templada sucesión del tiempo.
Se parecen los árboles al bosque
como tu cuerpo se parece a ti.

La mañana se ha ido entre las hojas.
Están hechas de luz
verde, rojiza, fatigada en oro,
según las estaciones y las horas del día.
su color es un modo de lealtad,
la forma de vivir entre los suyos.

Reconozco mis años en tu cara,
el poder de mirarme
con una historia dentro de tus ojos,
la experiencia del mundo
que conservan los gestos,
mientras los años borran
las fechas en lós árboles.

El destino nos busca con recuerdos
que a veces huyen de su rostro
como si fuesen un nido sin canciones.
Más que a edad,
hay caras que reflejan
todo lo que perdieron.
Confunden la sequía y el otoño
en una helada de renuncias.

Pero tu cuerpo se parece a ti,
a la mujer que tiene
una ciudad, un mundo, un sol de guante negro,
una ambición en armas,
una historia vivida
con sus cuentas pendientes,
un atado de sobres
y un amor
que no se cansa de mirarla.

Luis García. Vista Cansada.

(Pour ma mère)

domingo, 24 de octubre de 2010

Vivir para siempre


El próximo 29 de octubre se estrena en España lo último de Gustavo Ron: Vivir para siempre.
Después de haber disfrutado con Mia Sarah, espero que esta me guste tanto o más.
Son un ejemplo de que en España se puede hacer buen cine.

sábado, 23 de octubre de 2010

jueves, 14 de octubre de 2010

Nada te turbe

En 1965, Pablo VI nombró a santa Teresa de Jesús Patrona de los escritores españoles, y sólo cinco años más tarde, la elevó a la categoría de Doctora de la Iglesia. Lo más llamativo es que la santa no tuvo una educación especialmente destacada, ni cursó ninguna de las materias que se impartían en las cátedras universitarias de la época. Tampoco, salvo por la lectura de las Cartas de san Jerónimo y Las Confesiones, de san Agustín, se había instruido en las grandes obras de los santos ni de los místicos. Hoy, sin embargo, sus escritos son considerados como obras maestras de la prosa castellana, de la poesía del Siglo de Oro y, sobre todo, de la literatura mística. Si los literatos alaban su estilo vibrante, enérgico y claro, su plasticidad y la belleza de sus composiciones, la Iglesia califica de celestial su doctrina. Porque habla de Dios, sí, pero, sobre todo, porque acerca a Dios.

Su vigor y laboriosidad le permitían escribir mientras recorría España fundando Carmelos. Y aun así, su producción es ingente por la cantidad de obras y la profundidad de sus contenidos: Libro de la vida; Camino de perfección; Castillo interior o Las moradas; Las fundaciones; Relaciones; Conceptos del amor de Dios; Exclamaciones del alma a Dios; numerosísimos poemas, escritos menores, y Cartas, de las que se conservan más de 400.


Nada turbe,
Nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada te falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta.

Teresa de Ávila 1515-1582

domingo, 10 de octubre de 2010

Larry Martin Band

Ha sido un grato descubrimiento el grupo de jazz Larry Martin Band que vi por primera vez en el programa Más se perdió en Cuba, de IntereconomíaTv, donde tienen la loable costumbre de llevar grupos musicales nóveles o que aún no son conocidos a nivel nacional.

viernes, 8 de octubre de 2010

Romance a la pérdida de Alhama

Paseábase el Rey moro por la ciudad de Granada
desde la puerta de Elvira hasta la de Vivarrambla.

“¡Ay de mi Alhama!”

Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada:
las cartas echó en el fuego y al mensajero matara.

“¡Ay de mi Alhama!”

Descabalga de una mula, y en un caballo cabalga;
por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra.

“¡Ay de mi Alhama!”

Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas, sus añafiles de plata.

“¡Ay de mi Alhama!”

Y que las cajas de guerra apriesa toquen al arma,
porque lo oigan sus moros, los de la Vega y Granada.

“¡Ay de mi Alhama!”

Los moros que el son oyeron que al sangriento Marte llama,
uno a uno y dos a dos juntado se ha gran batalla.

“¡Ay de mi Alhama!”

Allí habló un moro viejo, de esta manera hablara:
“¿Para qué nos llamas, Rey, para qué es esta llamada?”

“¡Ay de mi Alhama!”

“Habéis de saber, amigos, una nueva desdichada:
“que cristianos de braveza ya nos han ganado Alhama.”

“¡Ay de mi Alhama!”

Allí habló un Alfaquí de barba crecida y cana:
“¡Bien se te emplea, buen Rey! ¡Buen Rey, bien se te
empleara!”

“¡Ay de mi Alhama!”

“Mataste los Bencerrajes, que eran la flor de Granada;
“cogiste los tomadizos de Córdoba la nombrada.”

“¡Ay de mi Alhama!”

“Por eso mereces, Rey, una pena muy doblada;
“que te pierdas tú y el reino, y aquí se pierda Granada.”

“¡Ay de mi Alhama!”

(Anónimo)

viernes, 1 de octubre de 2010

Les feuilles mortes





Música: Joseph Kosma.
Letra: Jacques Prévert.
Fue interpretada por primera vez por Yves Montand en 1946.



C'est une chanson, qui nous ressemble
toi, tu m'aimais et je t'aimais,
nous vivions, tous les deux ensemble:
toi que m'aimais, moi qui t'aimais.
Mais la vie sépare ceux qui s'aiment,
tout doucement, sans faire de bruit,
et la mer efface sur la sable les pas des amants désunis

Oh! je voudrais tant que tu te souviennes
des jours heureux ou nous étions amis.
En ce temps-la la vie était plus belle,
et le soleil plus brűlant qu'aujourd'hui
les feuilles mortes se ramassent a la pelle.
Tu vois, je n'ai pas oublié...

Les feuilles mortes se ramassent a la pelle,
les souvenirs et les regrets aussi,
et le vent du nord les emporte
dans la nuit froide de l'oubli.
Tu vois, je n'ai pas oublié
la chanson que tu me chantais.

(Refrain)

Les feuilles mortes se ramassent a la pelle,
Les souvenirs et les regrets aussi.
Mais mon amour silencieux et fidele
sourit toujours et remercie la vie.

Je t'aimais tant, tu étais si jolie,
comment veux-tu que je t'oublie?
En ce temps-la, la vie était plus belle
et le soleil plus brűlant qu'aujourd'hui.
Tu étais ma plus douce amie,
mais je n'ai que faire des regrets,
et la chanson que tu chantais
Toujours, toujours je l'entendrai!