viernes, 27 de agosto de 2010

Jaque al emperador. El secreto de Mayerling

Novela histórica con tintes policíacos e intriga es esta de María Bastitz. El "pre-final" del imperio astro-húngaro se ve empañado por la extraña muerte del príncipe heredero, Rodolfo, en el pabellón de caza de Mayerling.
Las discordancias políticas del heredero con su padre, el emperador Francisco José, y el posible carácter manipulable de Rodolfo, hicieron pensar en una posible guerra civil si se hubiesen aclarado los motivos de su muerte. ¿Suicidio o magnicidio?
Si te gusta la historia y la intriga, te invito a descubrirlo con la lectura de este libro.

jueves, 26 de agosto de 2010

Lágrimas en el cielo

En 1991 la tragedia golpeó a Eric Clapton al morir su hijo Conor, de cuatro años, al caer del piso 53 de su apartamento en Nueva York. En su memoria, Clapton escribe Tears in Heaven (lagrimas en el cielo), canción que se convirtió en un éxito masivo.

Se cumple hoy el décimo aniversario de la marcha al cielo de un ser muy querido, al que le dedico la canción.

lunes, 23 de agosto de 2010

84, Charing Cross Road


Delicioso libro que toma su nombre de la dirección de una pequeña librería londinense, Marks & Co. Es una recopilación de la correspondencia a lo largo de varios años entre la escritora neoyorquina Helene Hanff y el librero de Londres Frank Doel.

En 1949, la escritora decide hacer un pedido a esta librería de varios libros clásicos ingleses, imposibles de localizar en Nueva York. Se establece así una relación de amistad entre librero y escritora, donde contrasta la flema británica con al apasionamiento de la americana, que se prolongará dos décadas.


Fue llevado a la gran pantalla en el 87, protagonizada por el gran Anthony Hopkins y Anne Bancroft. En español titulada "La carta final". En mi opinión, como casi siempre en los casos de adaptaciones literarias, no logra igualar al libro.

También ha tenido adaptaciones teatrales, como la realizada hace pocos años por Isabel Coixet.

En España, el libro ha sido publicado por Anagrama. Es rápido de leer y muy divertido. Sin duda, para pasar un buen rato en estos días veraniegos.
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viernes, 20 de agosto de 2010

El dolor en Tierras de Penumbra


Cuando el cine logra hacerse vida y en ese camino toca la Belleza, entonces hay una obra de arte y después un clásico. Es el caso de Tierras de penumbra.

*Por Rocío Solís

C.S. Lewis, profesor de literatura de Oxford, es un escritor de gran reputación. Su fama no le ha hecho abandonar el estilo casi monacal en el que vive, en compañía de su hermano, totalmente desconectado de la vida real. Un día irrumpe en su vida Joy Gresham, una apasionada poetisa estadounidense admiradora suya que, de viaje por Inglaterra, desea conocerle en persona. Sus caracteres diametralmente opuestos no serán obstáculo para que surja una fortísima atracción intelectual que se irá transformando en algo más profundo, en vida, en amor, en desgarro.

El largometraje de Attenborough lleva al cine el ensayo del escritor C.S. Lewis Una pena en observación, en el que el poeta relata su propia biografía, su sufrimiento ante la muerte del ser querido. La grandeza de la historia podría haberse quedado en el tópico sin matices, sin profundidad, pero una magnífica dirección y sobre todo una magistral interpretación, provocan que el dolor del protagonista encarnado en Anthony Hopkins no sea fácil de olvidar después de los títulos de crédito, porque se trata del dolor de cada uno o de aquel que podríamos llegar a albergar cada uno de nosotros.

La película muestra el contraste entre el profesor ensimismado en su pensamiento, a gusto con la soledad que no implica y el vitalismo y pasión de la poeta que se involucra en todo . Y en ese encuentro de caminos surge la complicidad, la complementariedad, el descubrimiento por parte de Lewis de que merece la pena implicarse aunque para ello haya que aceptar de antemano el regusto del dolor. Un dolor que el académico conoce muy bien de teoría porque es materia de su trabajo (en sus conferencias señala que "el sufrimiento es el cincel que Dios emplea para perfeccionar al hombre") pero que no sabrá ponerle palabras cuando lo sienta en su propia carne.

Y es aquí cuando se despliega lo más interesante de Tierras de penumbra, el sufrimiento atroz de la ausencia del ser amado y la búsqueda incesante de la explicación. Para ello evita con decisión la tendencia hacia el exceso melodramático propio de la historia, a través de un punto de vista en el que la reflexión domina siempre sobre el sentimentalismo. Y esa meditación no quita intensidad sino que la llena de sentido.


Esa reflexión hecha vida se contrapone con las lecciones de Lewis en la tarima, antes de sufrir, antes de amar. Ahora la dialéctica no encandila los oídos, es el silencio quien busca la respuesta. Se ve bien en la escena en la que el escritor llora desconsolado junto al hijo de Joy en el desván, y lo único que logran decir es que ansían verla. Eso es el dolor ante la muerte. La necesidad imperante de volver a ver a quien sabes que no volverás a contemplar aquí. Lo demás son músicas celestiales. Lewis comprende la muerte, todos podemos llegar a comprender la muerte, pero no sus consecuencias, no su ausencia hecha presencia para los que siguen viviendo. ¿Cómo se entiende que te quedes sin los momentos de la persona amada? es más ¿cómo comprender que esa persona no tenga la oportunidad nunca más de esos momentos que aspiraba? Y es aquí, en el dolor que quita la respiración, cuando el hombre se queda a solas, frente a frente, con Dios. Y Dios no da explicaciones, no nos pasa la mano por la espalda, no es un consuelo. Dios nomete en otro mundo, en otra lógica, que misteriosamente comprendemos... en silencio.

domingo, 15 de agosto de 2010

¡Qué nadie duerma en Pekín!

Giacomo Puccini ambienta Turandot en la China milenaria. La ópera narra la historia de la cruel princesa Turandot que, en venganza a una antepasada mancillada, decapita a sus pretendientes si no le responden tres adivinanzas. Un príncipe desconocido se postula respondiéndole los tres enigmas y desafiándola a que sea ella la que averigüe su nombre. Turandot ordena que nadie duerma en Pekín hasta que se sepa el nombre del atrevido pretendiente.

lunes, 9 de agosto de 2010

El mar me pertenece


El mar me pertenece
lo hago pasar entero
entre mis manos ávidas.
Lo acaricio le doy
la única mirada
sencilla que me queda
la que aún no han manchado
ni el miedo ni la muerte.

Mar limpio entre mis dedos
goteando esperanzas
porque sostiene aún
un velamen con brisa.

Mar de todos los mares
hoy contemplo en su espuma
otros mares antiguos:
aquel de mi primer
contacto con las playas
y el de aquellas lecturas
codiciosas e incómodas
bajo algún tamarindo.
y aquel otro del trópico
sin huellas de turistas
con esa pulpa tierna
que ofrece el cocotero.

Quiero olvidar aquí
lo que sucedió anoche.
el mar no tiene culpa.
Es dócil, mío, puro,
es un lebrel que lame
mis plantas mansamente.

(Ernestina de Champourcín. De Primer exilio)

martes, 3 de agosto de 2010

Charada



Reconozco que no es la película del siglo XX en cuanto argumento, pero no sé cuántas veces la habré visto... ¡muchas!
Por la banda sonora de Henry Mancini.
Porque la acción se desarrolla en París, que para mí es como estar en casa,
Por Cary Grant, que es el galán perfecto... ¡y el más guapo y elegante!
Por la deliciosa Audrey Hepburn y los fantásticos modelos de Givenchy que lucía como nadie.

Me gustó este vídeo de youtube con escenas de la película y la dulce voz de Nat King Cole interpretando L.o.v.e: