lunes, 9 de enero de 2017

Amor postrero más allá de la muerte


 
Cerrar podrá mis ojos la postrera 
sombra que me llevare el blanco día, 
y podrá desatar esta alma mía 
hora, a su afán ansioso lisonjera; 

mas no de esotra parte en la ribera 
dejará la memoria, en donde ardía: 
nadar sabe mi llama el agua fría, 
yperder el respeto a ley severa. 

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, 
venas, que humor a tanto fuego han dado, 
médulas, que han gloriosamente ardido, 

su cuerpo dejará, no su cuidado; 
serán ceniza, mas tendrá sentido; 
polvo serán, mas polvo enamorado.

Francisco de Quevedo.
 

2 comentarios:

  1. ¡Qué te voy a contar! Es uno de mis poemas favoritos.
    Y tan bellamente ilustrado...
    Besos

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  2. También es uno de mis favoritos.
    ¡Gracias! Y la imagen me encanta.

    Un beso, querida amiga.
    ¡Feliz sábado!

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