miércoles, 16 de julio de 2014

Alma libre

Louis Janmot (1814–1892): El vuelo del alma

Ningún cepo puede torturar 
mi alma en libertad, 
pues detrás de este esqueleto mortal 
se teje uno de más valor. 

No puedes horadar con un serrucho 
ni traspasar con una cimitarra 
dos cuerpos, por lo tanto perdura, 
amarra uno y el otro vuela libre. 

El águila no se despoja 
de su nido y, sin embargo, 
gana el cielo 
más fácilmente que tú. 

Excepto tú mismo tal vez nadie pueda ser 
tu enemigo, 
cautividad es conciencia 
y también es libertad.

Emily Dickinson,  1830-1886.

John William Waterhouse (1849-1917): El alma de la rosa


3 comentarios:

  1. Me encanta la poesía de Emily, este poema no lo conocía...uf! qué bonito, y estas dos obras para qué decir, el gesto de Waterhouse me chifla, es delicadísimo...

    ¡Un beso!

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  2. Es cierto a veces nos hacemos prisioneros a nosotros mismos...
    Gracias por compartir la belleza que encuentras en tu camino
    Un Beso

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  3. La Señora Dickinson era profunda!!! Como entro tan poco se me ha olvidado la contraseña, Soy Begoña

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