domingo, 27 de enero de 2013

De invierno

Jon Singer Sargent: Reposo, 1911

En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón.

El fino angora blanco junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Aleçón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.

Marcella M. Walker: Ternura, 1899

Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño:
entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño

como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos; mírame con su mirar risueño, 
y en tanto cae la nieve del cielo de París.

Rubén Darío

Gustave Caillebotte: Tejados nevados de París

Albert Lebourg

10 comentarios:

  1. Cada vez me gusta más Rubén Darío, y las imágenes perfectas para acompañar estos versos.

    Un beso, ¡feliz día!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que estoy recuperando ahora su lectura. Reconozco que puede ser muy cursi. No es que comparta su ideología, y su tufillo masónico me resulta totalmente desagradable, pero hay poemas preciosos.

      Muchas gracias, Rosa.

      Eliminar
  2. Imágenes preciosas de un París nevado que invita a sentarse delante de una chimenea encendida.
    Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debe hacer bastante frío en tu tierra, Begoña. Yo aún no he tenido que encender la calefacción. Pero sí, es a lo que invita este poema.
      Besos.

      Eliminar
  3. j' aime beaucoup les paysages d' hiver
    dans la peinture
    et cette jeune femme alanguie
    sous le charme de son ami
    tendresse
    edith♥♥♥

    ResponderEliminar
  4. Después de muchos días ausente he dado un paseo por las últimas entradas de su blog. No ha perdido un ápice de su elegancia y sensibilidad. Muchas gracias y un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es usted muy amable, caballero. ¡Muchas gracias! :)

      Eliminar
  5. No me lo puedo creer,acabo de entrar en mi blog para publicar una entrada que había prometido hacer con imágenes que ya tenía seleccionadas...doy un paseo porque hace días que no tengo tiempo para hacer visitas y veo que hemos vuelto a coincidir
    ¡Parece que nos leemos el pensamiento!
    La poesía de Rubén Darío es única y tienes razón tiene poemas preciosos.
    Un Abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJA, vas a ser una brujita. Pero brujita buena.
      Feliz coincidencia, me alegro.
      Un abrazo.

      Eliminar