sábado, 5 de noviembre de 2011

Paris sera toujours Paris


Perderse por las calles de París era estrictamente necesario. Demasiado duro había sido el invierno como para desaparecer dando explicaciones.

Nadie habría entendido que eligiese París para encontrarse consigo misma. Pero era en el silencio vespertino de las calles menos transitadas del Barrio Latino donde ponía en orden sus pensamientos. O bien temprano, de mañana, cuando sólo el rumor del agua que fluía de las alcantarillas parecía interrumpir su calma. Y eso, sólo porque había que esquivar las corrientes de agua al cruzar las calles.

Podía pasarse horas en el Campo de Marte, sólo para registrar en su memoria como iba cambiando la tonalidad del cielo según avanzaba la tarde. Pero es que, ¿no era acaso el recuerdo de retazos de cielo del todo el mundo lo que componía su felicidad?

1 comentario:

  1. Toujours París, forever. Eso es lo que hacían Monet y todos los impresionistas: sentarse a contemplar el cambio de luz y color en el paisaje, para plasmarlo en su paleta continuamente. Un placer pasar por aquí y poder saludarte. Abrazos.

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