A una calavera de mujer
Esta cabeza, cuando viva, tuvo
sobre la arquitectura de estos huesos
carne y cabellos, por quien fueron presos
los ojos que mirándola detuvo.
Aquí la rosa de la boca estuvo,
marchita ya con tan helados besos;
aquí los ojos, de esmeralda impresos,
color que tantas almas entretuvo;
aquí la estimativa, en quien tenía
el principio de todo movimiento;
aquí de las potencias la armonía.
¡Oh hermosura mortal, cometa al viento!
En donde tanta presunción vivía
desprecian los gusanos aposento.
Félix Lope de Vega (1562-1635)
*Ilustración: Lily Elsie (Mrs Bullough), by Sir James Jebusa Shannon (1916)
Muy agradecido al comentario en MI SIGLO.
ResponderEliminarLope resume de modo magistral cómo huye el tiempo de la belleza y a la vez cúanta belleza queda en una poesía.
¡Gracias por recordar el poema!
Saludos cordiales
José Julio Perlado
El título lo dice todo: tempus fugit, y yo añadiría "irreparabile" (irremediablemente). Este poema de Lope de Vega es el conocido tema de las vanitas, de la fugacidad de la vida, del poco valor de las cosas terrenas, tan extendido en el Barroco. Así, que como todo se acaba y sin remedio, seguiremos a Horacio: "Carpe diem", aprovechemos la vida, que es la única que tenemos. Saludos.
ResponderEliminarUna poesía muy bonita. La vida es breve, carpe diem. A mi me fascina el tema de la muerte. Que vivimos y morimos eso está claro. Lo único claro. La experiencia de la muerte y de lo que hay mas allá es un misterio insondable motor de grandes creaciones literarias y artísticas.
ResponderEliminarJ. Julio, gracias por el comentario. Siempre es una delicia pasearse por su bellísimo blog.
ResponderEliminarFrancisco, sí que es bella la imagen, por eso la puse. Todo pasa, y aunque suene a típico-tópico: lo importante es el interior.
Paco, estamos con Horacio: vamos a provechar el tiempo, que no sabemos el que nos queda.
Juanjo, pienso que la muerte no es el final, creo que hay un Cielo, porque creo en Dios.
Pienso que la vida humana es como un árbol. La vida en la tierra son las raíces del árbol. Estéticamente una raíz no es bella, pero es fundamental para el árbol. Si se cultiva bien, el tronco crecerá recto. La copa frondosa del árbol será nuestra vida en el Cielo. La copa del árbol si es bella.
No me da miedo la muerte, porque estoy convencida de que me estará esperando la Sonrisa y el Abrazo Eterno.
Gracias a todos por los comentarios.