Es una excelente obra de arte, pero la verdad es que, aun siendo desconocida por la mayoría, me parece más transcendente la Piedad Rondanini desde el punto de vista que refleja el testamento del grandísimo genio Buonarroti.
Nicias, creo que las dos son trascendentes. La Pietà me parece formalmente perfecta, de belleza inefable. La Rondanini también es bella, me recuerda a las esculturas impresionistas, pero es otra cosa. Es lo bueno del arte, que hay para todos los gustos. ¡Gracias por tu comentario!
Es curioso: también yo puse en mi blog un vídeo de la Piedad de M. Angel, pero con una música distinta. Parece que tenemos muchas coincidencias ¡Ja,ja,ja!
¿Sabían que Miguel Ángel cinceló la espalda de Cristo sin olvidar ni un músculo? La espalda está perfecta y completamente acabada como si estuviese a la vista. Esto se ha sabido con pruebas modernas pues ningún ojo humano ha podido verla, ni la del mismo escultor. Ahora, Dios sí.
Es una excelente obra de arte, pero la verdad es que, aun siendo desconocida por la mayoría, me parece más transcendente la Piedad Rondanini desde el punto de vista que refleja el testamento del grandísimo genio Buonarroti.
ResponderEliminarNicias, creo que las dos son trascendentes. La Pietà me parece formalmente perfecta, de belleza inefable. La Rondanini también es bella, me recuerda a las esculturas impresionistas, pero es otra cosa.
ResponderEliminarEs lo bueno del arte, que hay para todos los gustos.
¡Gracias por tu comentario!
Es increible como conseguía Miguel Ángel sacar de la piedra la textura de los pliegues de la tela.
ResponderEliminarEs curioso: también yo puse en mi blog un vídeo de la Piedad de M. Angel, pero con una música distinta. Parece que tenemos muchas coincidencias ¡Ja,ja,ja!
ResponderEliminar¿Sabían que Miguel Ángel cinceló la espalda de Cristo sin olvidar ni un músculo? La espalda está perfecta y completamente acabada como si estuviese a la vista. Esto se ha sabido con pruebas modernas pues ningún ojo humano ha podido verla, ni la del mismo escultor.
ResponderEliminarAhora, Dios sí.