¡Qué milagrosa es la Naturaleza!
Pues, ¿no da luz la nieve? Inmaculada
y misteriosa, trémula y callada,
paréceme que mudamente reza
al caer… ¡Oh nevada!:
tu ingrávida y glacial eucaristía
hoy del pecado de vivir me absuelva
y haga que, como tú, mi alma se vuelva
fúlgida, blanca, silenciosa y fría.
Amado Nervo
Siempre me ha impresionado la sensibilidad muy cercana al misticismo de Amado Nervo.
ResponderEliminar¡Qué milagrosa es la Naturaleza!
Gracias Ars, por compartir esta belleza
Un abrazo
Muchas gracias, Clarissa. Un abrazo.
EliminarDesearía tanto contemplar un paisaje nevado desde mi ventana...
ResponderEliminarNo conocía este poema,es precioso.
Un Beso
Un poema cálido sobre la fría nieve.
ResponderEliminarMe encanta este poema. Las imágenes son una delicia.
ResponderEliminarUn beso, amiga. ¡Feliz domingo!
Gracias por este poema de Amado Nervo, hacía tiempo que no leía nada de él y tiene una manera muy sentida de expresar los sentimientos.
ResponderEliminarSaludos