Clarence F. Underwood, 1871-1929 |
Me estás enseñando a amar.
Yo no sabía.
Amar es no pedir, es dar,
noche tras día.
La Noche ama al Día,
el Claro
ama a la Oscura.
Qué amor tan perfecto y tan raro.
Tú mi ventura.
El Día a la Noche alza, besa
sólo un instante.
La Noche al Día -alba, promesa-
beso de amante.
Me estás enseñando a amar.
Yo no sabía.
Amar es no pedir, es dar.
Mi alma, vacía.
Gerardo Diego
Clarence F. Underwood, 1871-1929 |
Robert Frederick Blum: Dos enamorados |
Clarence F. Underwood, 1871-1929 |
No conocía ese poema de Gerardo Diego. ¿Por qué tenemos que esperar que alguien nos enseñe a amar si estamos capacitados para aprender por nosotros mismos? Un saludo desde Gijón donde el poeta impartió clases en el Instituto Jovellanos.
ResponderEliminarPorque para amar se necesita a otra persona. La entrega a otro, el darse, es lo que perfecciona ese amor.
EliminarComo todos tendemos al egoísmo, muchas veces es la generosidad del otro la que nos enseña a amar de verdad. Aunque paradójicamente, haya ocasiones en que esa generosidad signifique renuncia.
Un saludo de sur (donde san Juan de la Cruz, Alberti, Lorca, los Machado, Pemán, Rosales, ..) a norte.
Asi es, Ars.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Rosa. Besos.
EliminarQué belleza, el poema y las imágenes.
ResponderEliminarDice el poeta:
"...Amar es no pedir, es dar.
Mi alma, vacía".
¡Lo ha dado todo!
Sí que es bello, Clarissa.
EliminarGracias.
Me estás enseñando pintura, poesía y música, Gracias por este blog
ResponderEliminarGracias, cal-li. Eres muy amable.
EliminarAprender a amar no es asignatura fácil, hay que saber amar como el otro quiere ser amado y aceptarle como es. Ha veces lleva toda una vida saber amar. Desconocía este poema de Gerardo Diego.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Que horror! ¡Ha veces!. Esto me pasa por no hacer vista previa.
ResponderEliminarNo te preocupes, Begoña, nos puede pasar a todos halguna vez :)
Eliminar