Anton Mauve: Carrera en la nieve. |
¡Qué tranquilidad violeta,
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
La dulce brisa del río,
olorosa a junco y agua,
le refresca el señorío...
La brisa leve del río...
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
Y el corazón se le pierde,
doliente y embalsamado,
en la madreselva verde...
Y el corazón se le pierde...
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
Se esté la orilla dorando...
El último pensamiento
del sol la deja soñando...
Se está la orilla dorando...
¡Qué tranquilidad violeta,
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
La dulce brisa del río,
olorosa a junco y agua,
le refresca el señorío...
La brisa leve del río...
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
Y el corazón se le pierde,
doliente y embalsamado,
en la madreselva verde...
Y el corazón se le pierde...
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
Se esté la orilla dorando...
El último pensamiento
del sol la deja soñando...
Se está la orilla dorando...
¡Qué tranquilidad violeta,
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
Juan Ramón Jiménez
A caballo de Platero, seguro, con las alforjas cargadas de "alimento cándido que pasa sin pagar tributo" O cargado de naranjas para la niña que se le queda mirando, o camino de la higuera o del cementerio. Insuperable Juan Ramón. ¡Cuánta belleza en versos sencillos, qué de sensaciones, qué de íntima entrega a la Poesía!
ResponderEliminarQue la luz de la Navidad te ilumine y acompañe cada día.
ResponderEliminarFelíz Navidad y Felíz 2013.
Feliz Navidad, Claudia. Y que no falte la buena música.
EliminarUn abrazo.