Afán para no separarme de ti,
por tu belleza, lucha por no quedar en dónde
quieres tú,
aquí en los alfabetos, en las auroras, en los
labios.
Ansia de irse dejando atrás anécdotas, vestidos,
caricias,
de llegar atravesando todo lo que en ti cambia,
a lo desnudo y a lo perdurable.
Y mientras siguen dando vueltas y vueltas,
entregándose,
engañándose, tus rostros, tus caprichos y tus
besos,
tus delicias volubles, tus contactos rápidos con
el mundo,
haber llegado yo al centro puro, inmóvil, de ti
misma,
y verte cómo cambias, y lo llamas vivir,
en todo, en todo si, menos en mí, dónde te
sobrevives.
Pedro Salinas, La voz a ti debida.
Daniel Maclise: La glorieta de flores de la pasión, (1865). |
Clarence F. Underwood |
Henri Martin: Pareja de enamorados. |
Clarence F. Underwood |
Andrew Loomis |
Elia, he borrado tu comentario sin querer, lo siento.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tu visita!
Me encanta ¡qué grande es Salinas!, uno de mis poetas preferidos, y las obras también, sobre todo el gesto del caballero de la última, tan tierno. Es un gusto venir a verte.
ResponderEliminarYa he podido ver bien los vídeos de la música y el del soneto de Lope, son una maravilla ¡me chiflan! Si no te importa, en algún momento los utilizaré, ¡auténticas joyas!
Un beso.
¡¡¡Gracias!!!
Me alegro de que puedas ver los vídeos. A veces pasa, y es por el navegador que se use. Yo antes no podía verlos con firefox, ahora sí.
EliminarSí, a mí también me encanta Salinas. Y sobre las imágenes, ya sabes que las saco de la red, y que estaré encantada de que tú también las uses. ¡Qué cunda el arte!
¡Besos!