Vermeer, (1665) |
Gerard ter Borch, (1668) |
Frans van Mieris, (1635–1681) |
A la música
Robert Herrick, (1591-1674)
Encántame, adorméceme y consúmeme con tus deliciosas armonías;
déjame arrebatado alejarme en tranquilos sueños.
Alivia mi mente enferma, adorna mi lecho,
tú, poder que puedes librarme de este dolor;
hazlo rápidamente, aunque no consumas mi fiebre.
Con dulzura, tú conviertes su fuego voraz en una llama cálida,
y luego la haces expirar; ayúdame a llorar mis penas,
y concédeme tal descanso que yo, pobre de mi,
crea que vivo y muero entre rosas.
Cae sobre mí como un rocío silencioso,
o como esas lluvias virginales que en la aurora
esparcen su bautismo sobre las flores.
Diluye, derrite mis sufrimientos con tus suaves acordes;
que yo pueda entre deleites abandonar esta luz,
y alzar mi vuelo hacia el Paraíso.
Ferdinand Heilbuth |
Frederick Daniel Hardy |
Edouard Manet, (1870) |
Gustav Wentzel |
Joseph Rodefer de Camp, (1858 - 1923) |
Henri Matisse, (1917) |
Me encanta el de Henri Matisse,la frase :
ResponderEliminar"Con dulzura, tú conviertes su fuego voraz en una llama cálida" es buffff,como llena guauuuu.
Un saludo.
El cuadro de Matisse es como para colarse en él y quesarse a vivir en ese jardín.
EliminarSí que llena ese verso. Me alegra que te haya calado "como un rocío silencioso".
Saludos, Atticus (tu nombre suena a banda sonora de To Kill a Mockingbird).