¿Ves esa rosa que tan bella y pura
amaneció a ser reina de las flores?
Pues aunque armó de espinas sus colores,
defendida vivió, mas no segura.
A tu deidad enigma sea no obscura,
dejándose vencer, porque no ignores
que aunque armes tu hermosura de rigores,
no armarás de imposibles tu hermosura.
Si esa rosa gozarse no dejara,
en el botón donde nació muriera
y en él pompa y fragancia malograra.
Rinde pues, tu hermosura, y considera
cuánto fuera rigor que se ignorara
la edad de tu florida primavera.
Calderón de la Barca (1600-1681)
Aquellos que no tienen fantasía
ResponderEliminarno podrán entender, es muy complejo,
que acorta la distancia cada día
recibir una rosa desde lejos....
Un beso,gracias por esta rosa.
¡Toma ya! Había olvidado esta canción de Alberto Cortez... Bueno, no sé si era suya la letra, pero sí que la cantaba.
ResponderEliminar¡Gracias, Rosa!
Bien has dicho, bien has hablado... ¡de Cortez es tal poema!...
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