Madre
La herida de belleza fue tan mortal
que se hizo eterna en tus hijos.
Aquella que el necio no entendió
y que promete feliz el futuro.
Tu verde alpino es
el que le pide prestado
al cielo la esperanza.
(P. M-T V.)
Frank Dicksee (1853 – 1928) La madre |
Perdona, pero como curioso: ¿"(P. M-T V.)"?
ResponderEliminarC'est moi!
EliminarCharmant!
EliminarMerçi, monsieur!
EliminarÉsta sí es una entrada de "ensueño", la he escuchado y releído..., ayer, hoy... ¡Qué poema más bello!!!
ResponderEliminarUn besazo.
¡Un millón de gracias, Rosa!
Eliminarmuy bonito poema
ResponderEliminarsaludos blogueros;te sigo yo también
Gracias, José Antonio.
Eliminar¡Bienvenido!