Al soplo de terrífico chubasco,
alborotada lid del mar y el viento,
onda espumante en sacudón violento
de agua una gota rebotó a un peñasco.
-”¡Ah! la gota exclamó: ¡por fin respiro!
¡Feliz quien vive aparte y quieto y solo!
Ora sí, ruja el mar y tiemble el polo,
yo desde aquí pacífica los miro… ”
“¡No ya conmigo jugaréis tirana,
mar caprichosa, ingobernable, impía!
Divertíos con otras; yo soy mía,
no más la ajena insensatez me afana.”
En esto el cielo abrió, y el sol sediento
rápido a la filósofa escamota.
Aun viviera en el mar la pobre gota;
mas solitaria se secó al momento.
Rafael Pombo, 1833-1912.
Belleza y belleza. No conocía a este poeta.
ResponderEliminar¡Gracias!
Un beso, amiga.
Cuanto cabe en una gota de agua.... Muy bonito el poema, pero las imágenes son incribles.... Me ha encantado esta entrada. Gracias
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