Nubes a la deriva, continentes
sonámbulos, países sin substancia
ni peso, geografías dibujadas
por el sol y borradas por el viento.
Amédée Marcel-Béronneau: Pérgola en el jardín |
Cuatro muros de adobe. Buganvillas:
en sus llamas pacíficas mis ojos
se bañan. Pasa el viento entre alabanzas
de follajes y yerbas de rodillas.
Carol Smirh: Buganvillas |
El heliotropo con morados pasos
cruza envuelto en su aroma. Hay un profeta:
el fresno -y un meditabundo: el pino.
El jardín es pequeño, el cielo inmenso.
Nicolai Fechin |
Verdor sobreviviente en mis escombros:
en mis ojos te miras y te tocas,
te conoces en mí y en mí te piensas,
en mí duras y en mí te desvaneces.
Octavio Paz
Octavio Paz, siempre y las buganvillas. Y paseando, mirando las mariposas del sidebar, leí a Guardini; seguiré leyendo...
ResponderEliminarUn beso. ¡Me encantó el paseo!
Gracias, amiga. Me alegro de que haya sido un paseo placentero.
EliminarMi jardín también es pequeño y mi Cielo es inmenso ...
ResponderEliminarGracias
Un Beso
Si el Cielo es inmenso, da igual que el jardín sea pequeño.
EliminarBesos y mucho ánimo, Princesa.