Yuriy Shevchuk: Praga |
Ofrenda a los lares (1895)
En la vieja casa, libre ante mí
diviso Praga entera a la redonda;
al fondo, silencioso y quedo el paso,
pasa de largo la hora honda del crepúsculo.
La ciudad se desvanece como detrás de una luna.
Alta sólo, al modo de un gigante empenachado,
se alza ante mí la cúpula verdosa
de la Torre de San Nicolás.
Ya parpadea aquí y allá una luz
lejana sobre el denso fragor ciudadano.
Para mí es como si en la vieja casa
ahora una voz me dijera “Amén”.
Rainer María Rilke, (Praga, 1875 - Suiza, 1926).
Nunca he estado en Praga,pero siempre me hubiera gustado poder conocerla.
ResponderEliminarEl poema rezuma melancolía. Y Smetana me encanta
Un abrazo
Es una ciudad preciosa. Me impresionó la primera vez que fuí. Acababa de caer el muro, y fue como entrar en una película en blanco y negro. Aunque ya es una ciudad occidentalizada, mantiene su encanto.
EliminarUn abrazo, Begoña. Gracias por tu visita.
Mi padre visitó Praga en tiempos en los que todavía existía el Muro de Berlín y siempre me decía que era "Roma la chica". Creo que tenía razón, aunque de moemento yo todavía no haya tenido la oportunidad de visitarla.
ResponderEliminarSaludos
Tuvo suerte tu padre. Me hubiese gustado conocer algún país del este en su época soviética.
EliminarMás que Roma, diría que es "París del este".
Si alguna vez tienes la oportunidad de visitarla, aprovéchala. La ciudad respira arte por los cuatro costados.
Gracias por la visita, Carmen.
Saludos.
A mis padres les gustó tanto que repitieron visita...y quieren ir una tercera vez con hijos y nietos. Dios quiera que podamos disfrutarla juntos algún día. Me encantaría!
ResponderEliminarGracias por acercárnosla un poquitín.
Ojalá que podáis hacer ese viaje, Clo. No me extraña que tus padres quisieran volver. Es una cudad que engancha.
EliminarBesos.