El eco de las cigarras daba paso al galán de noche y las tertulias post cena se hacían eternas.
En el jardín, los recuerdos porteños y la nostalgia de Cuba. Los puros habanos de la abuela, escándalo en Castilla. Era otro siglo.
La brisa de madrugada se mezclaba con los tangos de tía Angelines. Papá la sacaba a bailar. Los pequeños, desde la escalera, contemplábamos embelesados. Siempre la misma canción marcaba el final de la velada.
© P. Vidal. (Texto)
Me encanta este bolero y el vídeo igual; precisamente estuve buscando un vídeo con imágenes bonitas y éste es perfecto.
ResponderEliminarSobre el texto no digo nada, porque como es ¿anónimo?
¡¡¡Muchas gracias!!!
Rosa, me alegro de que te guste y de que te sirva.
EliminarGracias a ti.
'Las tertulias post cena se hacían eternas' qué me vas a contar, eran más bien pre-desayuno. Gran publicación, disfruta del verano.
ResponderEliminarDisfruta tú también. ¡Gracias mil!
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