El niño se sonreía
-mano inhábil, ojo atento
y la cometa en el viento
(su corazón) se cernía.
Ave, cometa, de un día
su corazón soñoliento.
Pues el corazón quería
huir -pero no podía,
pero no sabía al viento.
Dámaso Alonso
Qué bonito poema y las imágenes son preciosas.
ResponderEliminarUn beso, querida amiga.
¡Buen fin de semana!