miércoles, 6 de noviembre de 2013

El olvido

Joaquín Sorolla (1863-1923): María en la playa de Zarauz, 1910

No es tu final como una copa vana 
que hay que apurar. Arroja el casco, y muere. 

 Por eso lentamente levantas en tu mano 
un brillo o su mención, y arden tus dedos, 
como una nieve súbita. 
Está y no estuvo, pero estuvo y calla. 
El frío quema y en tus ojos nace 
su memoria. Recordar es obsceno, 
peor: es triste. Olvidar es morir. 
Con dignidad murió. Su sombra cruza.

Vicente Aleixandre, 1968.

1 comentario:

  1. ¡Madre! qué bonito, ni idea de este poema, es maravilloso, y con la pintura de Sorolla, es perfecto. Me encanta, me encanta, me encanta...

    Mil gracias. Ars, este blog es una joya.

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