Albert Durer |
El sol de octubre ciñe
al paisaje maduro.
Otorga a lo que vive
su plenitud de fruto.
El aire se hace de oro,
se enjoya de susurros,
panal de los dulzores,
reino del ritmo puro,
melodía de flauta
que derrumba lo oscuro,
entra por la ventana,
dibuja desde el júbilo
seres con sosegada
vocación de desnudo,
criaturas del gozo
que llegan desde el otro mundo.
José Hierro.
José Hierro.
Precioso...
ResponderEliminarUn Abrazo
précieuses gouttes d'eau
ResponderEliminarc'est superbe
tendresse
edith (iris)
Sin duda: precioso todo. La primera obra es una maravilla, con las moras, y de Durero, no la conocía. La guardo. No hay muchas obras con moras tan bonitas como esta.
ResponderEliminarGracias, un beso. ¡Feliz fin de semana!