jueves, 16 de diciembre de 2010

La voz de su amo


Plasmabas en el lienzo a Maya Plisetskaya. Yo te miraba absorta mientras las dos escuchábamos “la muerte del cisne”. ¿Acaso la música guiaba tu pincel?
La aguja del tocadiscos marcaba el final, mientras el disco seguía girando a la espera de poner “la cara b”.
Tú no dejabas de pintar y yo, de puntillas, para no romper el hechizo de tu brazo volvía la aguja al principio.
Hoy, que ya no estás, contemplo el cuadro terminado (como si una obra de arte se pudiese concluir). Y como si no hubiesen pasado 30 años, me llega el olor del óleo de tu paleta, la caja abierta repleta de pinceles y pinturas, y el sonido inconfundible del vinilo que marcó la banda sonora de mi infancia.

© P. Vidal. (Texto).

3 comentarios:

  1. PLAS! PLAS! PLAS! ENHORABUENA POR TAN MAGNIFICA ENTRADA...musica pinceles y baile...uf! completita
    un abrazo Ars y gracias.

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  2. Sí, Paco. Está más y mejor. La vida, como el arte, es infinita.

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  3. Y tú también haces al arte único. Aprovecho para saludarte y desearte lo mejor en estas fiestas y un espléndido año nuevo. Un cordial saludo desde ArteTorreherberos.

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