martes, 24 de febrero de 2015

En el aniversario de Rosalía

Grenville Manton (1855-1932): Jesús, mi Señor, mi Dios

Si medito en tu eterna grandeza,
buen Dios, a quien nunca veo,
y levanto asombrada los ojos
hacia el alto firmamento
que llenaste de mundos y mundos...
toda conturbada, pienso
que soy menos que un átomo leve
perdido en el universo;
nada, en fin... y que al cabo en la nada
han de perderse mis restos.

Mas si cuando el dolor y la duda
me atormentan, corro al templo,
y a los pies de la Cruz un refugio
busco ansiosa implorando remedio,
de Jesús el cruento martirio
tanto conmueve mi pecho,
y adivino tan dulces promesas
en sus dolores acerbos,
que cual niño que reposa
en el regazo materno,
después de llorar, tranquila
tras la expiación, espero
que allá donde Dios habita
he de proseguir viviendo.

Rosalía de Castro (1837-1885).

sábado, 21 de febrero de 2015

Ayer, como hoy

John William Waterhouse: Jasón y Medea

El juez

Las leyes con que juzgas, ¡oh Batino!,
menos bien las estudias que las vendes;
lo que te compran solamente entiendes;
más que Jasón te agrada el Vellocino.

El humano derecho y el divino,
cuando los interpretas, los ofendes,
y al compás que la encoges o la extiendes,
tu mano para el fallo se previno.

 No sabes escuchar ruegos baratos,
y sólo quien te da te quita dudas;
no te gobiernan textos, sino tratos.

Pues que de intento y de interés no mudas,
o lávate las manos con Pilatos, 
o, con la bolsa, ahórcate con Judas. 

Francisco de Quevedo (1580-1645)

domingo, 8 de febrero de 2015

Chanson de matin

Edouard Antonin Vysekal (1890-1939): Hermanas
Ipolit Strâmbu (1871-1934): Cosiendo en el jardín

Amy Katherine Browning (1881-1978):  A la sombra del limonero